Un día iba yo caminando por mi antiguo
pantano cuando en una parada de autobús vi el póster de esta
película. Me quede ensimismado. ¿Muñecos? ¿Stop-motion? Luis
Tosar, Geraldine Chaplin, ¡Paul Naschy! ¿Jorge Sanz? ¡Dios!
¡Aquello había que verlo!
Pero, sin embargo, no pude catarla
hasta un tiempo después, ya que su paso por las salas de cine fue,
más o menos, a la velocidad de la luz.
Película animada mediante stop-motion
fue producida parcialmente, y de manera precursora en nuestro país,
por Crowfunding, siendo estrenada el 31 de Octubre del año 2012.
Pese a pasar desapercibida para la mayor parte del público, el film
consiguió más de una decena de premios en diversos países.
Ramón y Xavier son dos presos que
están a punto de fugarse de una prisión. En la oscuridad de los
túneles del alcantarillado conversan mientras esperan el momento
perfecto para fugarse. Entre otras cosas, Xavier le cuenta a Ramón,
donde escondió un botín de joyas que robó. El lugar es Xanaz, un
pueblo donde habitaban unas gentes demasiado amables para el gusto de
Xavier.
Una vez fuera de la cárcel, Xavier se
confunde y vuelve a entrar en el presidio, sin embargo, Ramón
consigue escapar, llegando a algún punto del Camino de Santiago,
donde roba las ropas de un peregrino, para posteriormente emprender
rumbo a Xanaz.
En mitad de un tenebroso bosque
inundado de una densa niebla, Ramón se topa con un siniestro
anciano, habitante de dicha aldea, que demasiado amablemente le guía
a ella.
Ya en el poblado, Ramón es llevado a
la posada, donde se le presenta Don Cesáreo, el cura de la aldea, al
que pregunta por la señora Luisa, en cuya casa dejó Xavier las
joyas robadas. Esto altera al cura y al anciano anteriormente
mencionado, que le saca una ración para que coma y calle. En la
taberna, un matrimonio de turistas se niega a aceptar las reglas que
Don Cesáreo les comunica acerca de dormir en casas separadas, pero
tras discutir, las aceptan. Hay un total de seis turistas, incluyendo
a Ramón, y cada uno de ellos dormirá en una casa diferente. A
nuestro protagonista le toca dormir en la casa de Doña Florinda, una extraña
mujer de elevada edad que posee un lindo gatito.
A las 21:00 horas, hay misa en el
pueblo, Ramón se intenta escaquear para ir a casa de la tal Luisa,
pero el cura le pilla y le mete en la iglesia. Situación ésta muy típica y tópica de los pueblos españoles.
Ya en casa de Florinda, ésta le
prepara un vasito de leche a Ramón, el cual no hace más que
preguntar por Luisa. Ramón se toma la leche, que ha sido adulterada
con veneno por Florinda, pero es un culo inquieto y antes de que le
haga efecto, ya se ha puesto a registrar la casa y a robar las cosas
que ha podido. Tras ver por la ventana al cura y al anciando tramar
alguna de las suyas, Ramón les sigue y esquivando al lúgubre
párroco de la villa llega a la iglesia, a la que consigue acceder
por un ventanuco de la parte trasera, no sin hacer una visita, con
susto incluido, al cementerio. El ladronzuelo se cuela en una
dependencia de la casa de Dios y empieza a apropiarse de todo aquello
que ve, pero la leche le empieza a hacer efecto y Ramón se desploma
contra el suelo... Para saber que le pasa a Ramón tendréis que ver
la peli.
Es una película que habré visto tres o cuatro veces, y cada vez que la he visto me ha gustado más. Tiene partes
que hubiese cambiado, pero se agradecen mucho cintas de este tipo, y
más si son españolas.
Sólo basta decir que fue la última
obra en la que participó el hombre-lobo por antonomasia, el maestro,
Paul Naschy.
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