Que actorazo es Luis Tosar, como se
hace con cualquier personaje, haciendo que lo sientas tan cercano,
que creas totalmente lo que estás viendo. Se come la pantalla.
Los porteros, esos grandes desconocidos
a los que tenemos que ver todos los días, al menos una vez, al que
oyes detrás de tu puerta mientras limpia el descansillo, el que
cuando llegas al edificio te escudriña de arriba a abajo, te
pregunta, se interesa por tu vida... Personajes misteriosos los
porteros. También tienen su encanto. Esas garitas siempre me han
parecido una especie de cuadro de mandos, desde donde todo se puede
observar y controlar, como en un panóptico. Pero muchos ni vigilan
ni nada, leen el MARCA. Yo tuve un portero llamado Sandalio, que
hacía maquetas en su garita, y su mujer tenía un puesto de helados
Camy en el barrio. Que gran hombre Sandalio. Tras él llegó un tal
Javi, que apenas duró unos meses, y después la nada... la garita se
quedó vacía para siempre. Pero al cambiar de casa, ahora sí tengo
portero, misterioso, pero a años luz de César.
2011 es el año en el que está
película llega a las pantallas, con Jaume Balagueró (Mitad de REC)
en la dirección, y con un reparto ligero pero brillante: Luis Tosar,
Marta Etura, Alberto San Juan, Petra Martínez y Carlos Lasarte, que
repite como vecino inaguantable, después de la primera parte de REC.
Feliz. Ese es justo mi problema, que
yo no puedo ser feliz. Nunca lo he sido, ni cuando me han pasado
cosas buenas. No os podéis ni imaginar lo que es levantarse cada día
sin ninguna motivación, los esfuerzos que tengo que hacer para
encontrar una razón, sólo una, para no mandarlo todo a la mierda.
Os aseguro que pongo todo mi empeño en ello, todo, todos los días
de mi vida...
César no puede ser feliz, nació
así, es incapaz de serlo. Debido a eso, lo único que le produce
cierta satisfacción es que los demás tampoco sean felices, verles
sufrir. Y su posición de portero del edificio le da un poder que le
permite desarrollar su maldad.
Suena el despertador, a las 5 de la
mañana, para tenerlo todo controlado. Una mujer yace en la cama con
él, pero eso ella no lo sabe. Tras llegar a su porquería de
vivienda, a la que llaman estudio, César se ducha y se prepara para
el día con total pulcritud. Con su bata gris de portero puesta, arranca su
jornada laboral. Coloca la radio en su bonita garita, enciende la luz
del portal y... vuelve a sonar el despertador, pero esta vez es el de
ella, la mujer que yacía con él en la cama. Una joven alegre y
llena de vitalidad que se acicala al son de la radio, se lava los
dientes sentada en la taza del váter, se pone su cremita, su ropa
interior, y sale dispuesta a comerse el mundo, súper feliz. Al
llegar al pórtal habla con César, tan normal, como si antes no
hubiesen estado acostados juntos. Y es que como os he dicho antes,
eso Clara, que es como se llama la muchacha, no lo sabe...
El portero
prosigue con sus tareas diarias, e incluso visita a su madre, que le
conoce mejor que nadie, y a la que el tortura psicológicamente sin
piedad. Aunque el vecino del cuarto y la niña del quinto también le
amargan la vida a él, sobretodo la segunda, que sabe parte del
secreto de César..., que no es otro que acosa a Clara vía correo
(eléctrónico y ordinario), SMS, cada día. Y cada noche se cuela en
su casa, espera debajo de su cama a que ella llegue, para
posteriormente drogarla con cloroformo, abusar de ella, y joderla la
vida de las maneras más inimaginables, pero... ¿hasta donde llegará
el portero? ¿pillará Clara a César? ¿Se chivará la niña de él?
Para responder a estas y otras preguntas tendréis que ver la
peli ;)
Magnífica. No son
necesarios ni demonios, exorcismos, espíritus, monstruos, ni nada
similar para causar auténtico terror. Sólo hace falta un portero de
la finca algo trastornado. Y desgraciadamente los hay, en todas las
profesiones, en todos lados...
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