Las dificultades que esta vida nos
coloca a modo de obstáculos de distina índole y peso no podían
impedir que Einer y Chiprel volviesen a asistir al Festival de Cine
Fantástico de nuestra querida ciudad llamada Madrid. Estamos
hablando de ¡¡NOCTURNA!!
Viernes 27
Acompañado de nuestra aliada, la
célebre y bella hechicera, Lola (no confundir con la Bruja Lola),
pusimos rumbo al Cine Palafox. Einer llegaría en el momento exacto.
Difícil fue encontrar sitio para aparcar. Tuvimos que recurrir a
nuestras viejas y malas artes para poder hacernos con un sitio
gratuito. Tras ello fuimos a la taquilla del cine donde nos hicimos
con un pack de diez entradas y decidimos ir a comer algo hasta que
llegasen, por un lado, Einer, y por otro, el momento del hombre-lobo.
En la calle del Cardenal Cisneros
encontramos las respuestas a nuestras súplicas alimenticias con el
tremendo hallazgo del modesto restaurante Tacos Chapultepec, donde
fuimos tratados como unos auténticos marqueses. Degustamos una
quesadilla cada uno, además de unos nachos con guacamole. Todo
sublime. Muy recomendable.
Con Einer recién llegado, afrontamos
ilusionados poder videar a un auténtico Maestro del Fantástico, ni
más ni menos, que John Landis. Nacido el 3 de agosto de 1950 en
Chicago, John David Landis, ha sido el director de numerosas cintas
de culto (Desmadre a la Americana, The Blues Brothers, La dimensión
desconocida, El príncipe de Zamunda...) además de algunos de los
mejores videoclips musicales de la historia como por ejemplo
Thriller, para la leyenda del pop Michael Jackson. Y nosotros le
teníamos ahí, a escasos metros. Gracias a Nocturna. La obra que
íbamos a visionar en su honor es todo un clásico a la altura de lo
mejor del género: An American Werewolf in London.
Dos jóvenes universitarios (David y
Jack) deciden viajar a Europa para recorrer distintos puntos del
viejo continente. Su primer destino será Londres. Después de
recorrer una larga distancia en el camión de un viajante, llegan a
una siniestra villa donde encuentran un bar en el que poder
resguardarse de la voraz lluvia inglesa. La taberna se llama: El
cordero degollado; y nada más cruzar su puerta la numerosa y ruidosa
clientela que lo abarrota, cesa su actividad al ver a los dos jóvenes
mochileros. La escena es incómoda para David y Jack que notan la
hostilidad de los lugareños, que en una pared de la tasca tienen una
especie de pentáculo pintado rodeado de velas que a modo de altar
parece protegerles de algo terrible. Les avisan acerca de los páramos
y de la luna llena, pero ellos no saben de que coño les están
hablando. Los dos universitarios abandonan asustados la cervecería y se
adentran en los páramos cercanos al pueblo para proseguir el camino
y ver si pueden encontrar un sitio con gente más normal. Pero de
repente, se oye un gran aullido, no saben que clase de ser puede ser
capaz de emitir sonidos de tales dimensiones. Corren de un lado para
otro como pollos sin cabeza y ¡zas! una tremenda bestia se lanza
sobre Jack destrozándolo sin piedad alguna. David acude en su
auxilio y también es atacado por el cuadrúpedo, pero salva la vida
gracias a la intervención de los clientes del cordero degollado...
La verdad es que hacía mucho tiempo
que no veía esta peli, y disfruté mucho. Su puesta en escena es
brillante, con multitud de planos en cada escena, los efectos
especiales y el maquillaje son asombrosos, históricos. Una cinta de
culto, pero de verdad, un clásico en toda regla.
No había mucho tiempo libre hasta que
llegara la película que abrochaba la sala 1 del Palafox en la
jornada del viernes, pero al menos pudimos tomarnos unos refrigerios
en el bar Pako's, cuyo ambiente era similar al de El cordero
degollado :)
Tras hacer una pasada por el tigre y
sentirnos como nuevos, llegaba el momento de House Harker (2016).
Dirigida por Clayton Cogswell.
La saga de los Harker, encabezada en su
día por Jonathan, que junto al doctor Van Helsing, acabó con la
vida de Drácula, llega hasta nuestros días. Los hermanos Harker son
un trío de hermanos muy frikis, aunque la chica no tanto, que junto
a su inseparable amigo Ned son el hazmerreír del pueblo donde viven.
Todo cambiará cuando, sin querer, un ladrón resucite el espíritu
del legendario vampiro. El destino de los hermanos Harker está escrito...
Divertida y amena. Me lo pasé bastante
bien viendo esta peli, con un estilo que a mi me recordó a Zombis
Nazis. No es tan buena como dicha saga, pero me pareció bastante
aceptable.
Acompañamos a Einer al hangar donde
había aparcado su nave, y Lola y yo deshicimos nuestro camino para
llegar a la casilla de salida.
Domingo 29
A lomos de su colorado Peugeot 206,
Einer apareció en lo alto de la calle donde actualmente resido, cual
Gandalf en el Abismo de Helm en la primera luz del quinto día. El
camino fue sencillo, sin orcos que salieran a nuestro encuentro, y
con el hallazgo de un magnífico sitio en los adelaños del cine
Palafox para dejar el vehículo. Compramos nuestra entrada para la
primera sesión, en la que se proyectaría: Wind Walkers (2015).
Un joven militar americano regresa a su
casa, situada en la Florida más profunda, tras su paso por la guerra
de Afganistán. Y no está bien, lo ha pasado mal en su servicio
donde incluso llegó a estar secuestrado y sometido a múltiples vejaciones. Sus amigos no terminan de
conectar con él y las situaciones entre ellos son un tanto
incómodas. El día después de su tradicional comida de celebración
anual se dirigen a cazar, como han hecho siempre. Pero en la zona
campestre algo les acecha desde el viento y empieza a darles caza.
Pero ¿quién es ese ser? ¿Hay un virus transmitiéndose por el
país?
Bueno, no sé que decir de esta peli.
Por un lado parece tener guiños a diversas cintas más o menos
míticas mezcladas entre sí: Apocalypse Now, Predator,
Abierto hasta el amanecer, 28 Días Después. Pero es que por otro la
película es un tanto absurda, escenas sin sentido y lógica
argumental, flashbacks que no se usan bien... Es un poco regulera la
verdad.
Al salir de nuestra querida sala 1
(jamás hemos ido a la sala 2, tenemos unas tradiciones como los
chicos de Wind Walkers, y hay que respetarlas) todavía nos quedaba
tiempo para la siguiente sesión y tras pillar las entradas nos dimos
un paseo y acabamos en la Casa del Libro viendo los libros del
género. Llegamos en el momento idóneo, cuando Luis Miguel Rosales,
director del Festival y de la enorme y sensacional revista Scifiworld
(la mejor revista de España pero que en la actualidad sólo se
consigue en puntos de venta especializados y eso hace que haya muchos
números que no he podido comprar) nos presentara a diversos
profesionales relacionados con el cortometraje Graffiti (un joven
sobrevive en la ciudad abandonada de Pripyat siete años después del
accidente de Chernobyl junto a su perro K.O) en primer lugar, y del
largo Estirpe, en segundo.
El cómic español más legendario de
la historia fue realizado por un dibujante que desapareció y que
jamás trabajo en otro proyecto. Varias décadas después, el
productor encarnado en la piel del actor Roberto Álvarez le encarga
a Borja Crespo que dirija la película sobre el cómic. Éstos a su
vez le encargan a una joven abogada (interpretada por la preciosa
Silvia Alonso) que encuentre al dibujante para que ceda sus derechos
de autor y poder rodar la cinta.
Grandes las dos. Graffiti y Estirpe, y
las dos españolas. La primera tiene una gran calidad, la historia
es muy bonita, y es que además el desastre de Chernobyl
siempre me ha tirado mucho. La segunda, muy divertida y con un reparto
de lujo. Quizás la película de dentro de la película podría haber
tenido otro tipo de cutrez, pero mola. Y por allí desfilaron
diversos actores y artistas que aparecen en el film como por ejemplo
Joaquín Reyes o Amaral.
No quedaba tiempo, Nocturna se escurría
entre nuestras manos pero antes de abrochar el festival era necesario
reponer fuerzas, y el viento de Florida nos llevó a los Tacos de Chapultepec.
Que ricas esas quesadillas, que ricos esos nachos con guacamole y que
simpática y guapa la camarera. Eso sí nuestra gula nos hizo
perdernos el corto que se proyectaba antes del último celuloide
(Hard Workers). Donde si llegamos, fue a The Dead Room (2015).
Un grupo de investigadores de fenómenos
paranormales son enviados a una casa en la que ocurren cosas
extrañas. Acompañados de una joven medium irán tirando del hilo
del terror para averiguar que se esconde tras esos sucesos.
Esto es una película de terror como
Dios (Paul Naschy) manda. Nada que ver con Wild Walkers.
Entretenida y vanguardista pese a ser un tema clásico del género.
El final no lo destriparé, pero es idéntico al de la primera
película de un tetralogía española de mucha fama :)
Y se fue, y se fue, y se fue. Se terminó el Nocturna 2016,
con cinco películas y un corto visionados, datos algo ligeros pero
más que suficientes si tenemos en cuenta que tuvimos a nuestro lado
a John Landis, Maestro del Fantástico, sólo eso ya es mucho. No
éramos dignos, sólo somos unos miserables enanos. Pero algún día
veremos todas las pelis (de la sala 1 por supuesto).
¡¡¡Larga vida al Nocturna!!!
Lovecraft y Chucrut siempre en
nuestros corazones.